El
perro que quería
jugar
Un día,
Paco decidió ir
a dar un
paseo a su
perro.
-Es el único día que mi
perro está tranquilo-dijo Paco
Pocholo se aburría y por
eso estaba tranquilo. El perro pensó:
"A ver
si encentro un
amigo para jugar..." En el camino, encontró un
amigo para jugar. Era
un gato. El perro quería jugar
con él pero
al gato le
daban miedo los
perros. El gato no quería jugar
con él. El perro
lo empezó a perseguir
y Paco exclamó:
-¡Ey
Pocholo ven!
El perro no le
escuchó. Se dirigió al gato y Pocholo le dijo:
-Ey espera, ¿quieres jugar?..... Pero, ¡ven! ¡Espera!- dijo
empezando a correr tras él.
- Me das
¡Miedo!- dijo el gato
A la carrera, Paco
le dijo
una y otra
vez a su mascota...
-¡Pocholo para! ¡Te
quedaras sin hueso!
-¡¡Ahhh!!-
gritaba el gato mientras intentaba subir al árbol para ponerse a salvo.
Paco estaba muy,
pero que muy enfadado porque se estaba enredando en el árbol con la propia correa
de su perro. Tan enfadado estaba que gritó:
-¡Pocholo! ¡Te quedaras
sin hueso! ¡Castigado!
El perro
se cansó de jugar, desenredó a su dueño y se fue para
casa castigado.
¡FIN!